GROUP OF 77
GENEVA

DISCURSO DEL EXCMO. SR. DIEGO AULESTIA VALENCIA, EMBAJADOR Y REPRESENTANTE PERMANENTE DEL ECUADOR ANTE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO Y OTROS ORGANISMOS INTERNACIONALES EN GINEBRA, EN LA CEREMONIA DE TRANSMISIÓN DE LA PRESIDENCIA DEL GRUPO DE LOS 77
(Ginebra, 14 de enero de 2019)


Embajador Farukh Amil, Presidente del G77 más China,
Dr. Mukhisa Kituyi, Secretario General de la UNCTAD,
Sra. Isabelle Durant, Secretaria General Adjunta de la UNCTAD,
Señores Representantes Permanentes,
Señor Germán Velásquez, Asesor especial en materia de políticas y salud, Centro Sur,
Señores Delegados,
Señoras y Señores,

Quiero comenzar felicitando al Embajador de la República Islámica de Paquistán, Farukh Amil, y a su equipo, por el liderazgo y el compromiso con que condujeron este grupo durante el periodo 2018.

Es un  honor asumir a nombre de la República del Ecuador la presidencia del grupo de los 77 y China para el año 2019. Agradezco la confianza depositada en nosotros para llevar adelante este reto, que solo será posible afrontar en la medida que compartimos la convicción del importante rol que cumple la UNCTAD en el sistema internacional.

Me parece oportuno en este momento recordar las palabras de ese gran latinoamericano impulsor de UNCTAD, Raúl Prebisch, quien en la inauguración de la primera Conferencia, expresó la necesidad que “los países en desarrollo asimilen rápidamente las técnicas de producción, resultado de un largo proceso de evolución y adaptación en  los países industrializados”. Subrayó que no obstante el potencial de la tecnología moderna, la asimilación de las técnicas de producción enfrenta problemas cuya magnitud y escala no tiene contraparte en el progreso tecnológico gradual de los países avanzados.

A más de cincuenta años desde que el primer Secretario General diera este discurso, la situación ciertamente ha cambiado poco si bien se expresa de manera diferente. En 1964 las conversaciones trataban sobre cómo superar los obstáculos para acceder a los beneficios del comercio global y fomentar la industrialización como la vía de escape de la pobreza y el subdesarrollo. Hoy, no se trata solo de una brecha comercial, sino de una brecha tecnológica de dimensiones nunca antes vista.  Mi predecesor, el Embajador Farukh Amil mencionó en su discurso cuando recibió la presidencia del G77 para el periodo 2018, que es necesario alentar a UNCTAD para que se enfoque en las grandes posibilidades pero también - debo añadir con énfasis – en los grandes retos de las tecnologías emergentes.
Este trabajo debe continuarse. El efecto de las asimetrías será – lamentablemente - cada vez más evidente si no actuamos con energía y es necesario hacer  uso de este espacio multilateral para vigorosamente debatir sobre la forma de enfrentarlas y reducirlas.

La formulación de análisis y propuestas de políticas públicas que permitan a los países en desarrollo y menos adelantados afrontar los nuevos retos ha sido siempre el papel de UNCTAD. En esta línea, y solo para mencionar pocos temas, es de gran valor la labor de UNCTAD  relativa al régimen internacional de atracción de inversiones y su contribución con el desarrollo. Las herramientas de política, las bases de datos, el foro de inversión, entre otras iniciativas deben mantenerse y reforzarse. Del mismo modo reconocemos particularmente la importancia de los estudios que tratan sobre los peligros financieros de los flujos ilícitos, el progresivo crecimiento de los niveles de endeudamiento y la imperiosa necesidad de reforzar las estrategias que apuntan al cambio estructural y la industrialización.

Así, en el último Informe de Comercio y Desarrollo, se señala que “se necesita un cambio de paradigma que sitúe directamente la inversión en infraestructura en el contexto de la transformación estructural y ofrezca una perspectiva alternativa de cómo planificar, ejecutar y coordinar esas inversiones”. Los países en desarrollo esperamos  de UNCTAD propuestas de políticas públicas que respondan a estas inquietudes; que además, sitúen a esta organización como uno de los pilares fundamentales para el cumplimiento, de forma innovadora, de los objetivos marcados en la Agenda 2030.

El panorama económico mundial para este año no es nada halagador. Según las previsiones del Banco Mundial se aproximan “Nubes de tormenta en el horizonte de la economía mundial”; la economía se está ralentizando y las perspectivas de crecimiento para este año son limitadas. En el caso de los países en desarrollo de bajos ingresos, se observa un aumento de la deuda que ha alcanzado “niveles cercanos a aquellos en los que los países buscan un alivio para la deuda”, esto último según el recientemente publicado reporte sobre deuda externa del Fondo Monetario Internacional. A la vez que resaltamos que estos criterios coinciden con lo expresado por UNCTAD, expresamos claramente que necesitamos conocer más sobre los impactos de estos fenómenos globales sobre nuestros países.

Tenemos por adelante una etapa turbulenta, una época de guerra comercial acompañada de tensiones políticas y grandes inquietudes sobre las condiciones y acciones del sistema financiero internacional. El G77 más China demanda de UNCTAD reflexiones, pronunciamientos y sobre todo evidencia sobre el impacto de estos elementos sobre los países en desarrollo y menos avanzados. Confiamos en las capacidades y compromiso de quienes hacen UNCTAD; y desde ya, ofrecemos nuestra mejor predisposición en el logro conjunto de este cometido.

Hemos superado ya la  etapa en que se consideraba al G77 más China como un mero antagonista de los países desarrollados, sin embargo sería traicionar nuestro origen y nuestro pasado, dejar de lado nuestra obsesión por propiciar condiciones que permitan el desarrollo de nuestros pueblos.

Existen grandes retos para nuestras acciones en 2019, y no me refiero solamente a la preparación del grupo para la 15ta Conferencia de Comercio y Desarrollo, a celebrarse en 2020 sino también a incorporar en nuestras discusiones al seno de UNCTAD las causas del cambio climático y sus consecuencias sobre el desarrollo. Algo similar con  la urbanización pues no hay que olvidar que estamos muy cerca ya de que el 60% de la población mundial habite en ciudades.

Quisiera terminar reiterando el compromiso que el Ecuador ha tenido desde un inicio con este Grupo. Seguimos confiando en la necesidad de mantenernos unidos y solidarios. Desde la presidencia del G77 más China  propiciaremos el diálogo abierto, sin rehuir el debate franco pero eso sí, leal; favoreceremos el consenso y los acuerdos dentro del grupo; y, pondremos el esfuerzo que sea necesario para lograr mejorar la articulación con los otros grupos de miembros de la UNCTAD. A la vez no solo que mantendremos el trabajo cercano con los otros capítulos del G77 más China sino que procuraremos profundizarlo. Reconocemos el apoyo de las instituciones amigas del Grupo, entre ellas el South Centre y les invitamos a continuar con su valioso aporte.

Agradezco su presencia y tiempo el día de hoy y los comprometo a que sigamos construyendo un mejor futuro para nuestros ciudadanos – de manera conjunta, con unidad dentro de la diversidad, respetando nuestras diferencias.