GRUPO DE LOS 77
GINEBRA
DISCURSO TRASPASO PRESIDENCIA G-77 MAS CHINA, EMBAJADOR MIGUEL CARBO BENITES, REPRESENTANTE PERMANENTE DEL ECUADOR ANTE LA OMC Y OTRAS ORGANIZACIONES ECONOMICAS INTERNACIONALES EN GINEBRA
(Ginebra, 17 de enero de 2013)
Señor Supachai Panitchpakdi, Secretario General de la UNCTAD.
Señor Martin Khor, Director Ejecutivo del Centro Sur.
Señores Representantes Permanentes.
Señores delegados.
Señoras y señores.
Es para mi un honor poder representar al Ecuador en esta ceremonia de traspaso de la Presidencia del G-77 más China. Este es un reto que asumimos con ilusión y con responsabilidad, basados en la convicción que la unidad y solidaridad entre nuestros países es la mejor receta para conseguir los objetivos que nos hemos planteado, que no son otros que ofrecer a nuestras poblaciones las condiciones de dignidad y desarrollo a las que tienen derecho.
Creo que es de justicia empezar por reconocer y felicitar a la Misión Permanente de la República de Indonesia por el gran trabajo desplegado durante su ejercicio de la Presidencia del G-77 más China. Luego de lo obtenido en la Conferencia de Doha, en abril del año pasado, el liderazgo demostrado por el Embajador Triyono Wibowo y su equipo, especialmente por nuestro amigo Muhsin Syihab, han permitido encaminar los esfuerzos del grupo para implementar los postulados del Acuerdo de Doha de manera ordenada y efectiva.
Igualmente, quiero reconocer el apoyo que siempre han prestado la Secretaría de la UNCTAD y del Centro Sur a la labor del G-77 más China. Sabemos que contamos con ellos para la definición e implementación de nuestros objetivos, por lo que desde ya quisiera comprometer tanto al Secretario General de la UNCTAD como al Director Ejecutivo del Centro Sur para desarrollar los proyectos de la Presidencia que hoy empezamos.
Señoras y señores,
Como ustedes conocen, el próximo año estaremos celebrando los cincuenta años del establecimiento de la UNCTAD y del G-77 más China. Esto no es una coincidencia, todos los que conocen los asuntos relacionados con el desarrollo saben que el origen y el destino de ambos organismos están íntimamente ligados. Los principios y objetivos que motivaron la celebración de la primera reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, allá en 1964, fueron los mismos que motivaron la creación de esta agrupación, que es la única que cuenta en sus filas prácticamente con la totalidad de países en desarrollo.
Al acercarse dicha celebración es momento de hacer balance de estos últimos cincuenta años: en 1964 partimos desde una perspectiva de desarrollo basada en el enfoque de visionarios como Raúl Prebisch, fundador y primer Secretario General de la UNCTAD, en el cual los temas de equidad social e inclusión estaban en primer plano, para luego pasar al dominio de los principios del llamado Consenso de Washington, el cual tenía como obsesión el crecimiento económico indiscriminado, aún por encima del ser humano y de sus necesidades.
Ventajosamente, en la actualidad en Latinoamérica y en otras regiones del mundo nos encontramos en una fase de recuperación del rol del Estado como gestor de las políticas públicas, ya que los resultados de la implementación del modelo de desarrollo aplicado mayoritariamente en las décadas de los 80 y especialmente los 90 del siglo pasado, basado en la desregulación y en el dominio de los mercados sobre la economía, han llevado al mundo a la mayor crisis financiera de los últimos setenta años, de la cual no han escapado ni siquiera los países desarrollados.
En realidad la peor parte de la crisis para los países en desarrollo fue vivida antes de la caída de Lehman Brothers y del desencadenamiento de la actual crisis financiera. La crisis más profunda que vivimos fue la falta de ideas y de iniciativas políticas de los años 80 y 90 del siglo pasado, que consistió en la aplicación casi automática de recetas económicas en un modelo de desarrollo, en el que una sola talla calzaba a todos, lo que al final tuvo como resultado una serie de crisis financieras en países como México, el sudeste asiático, Rusia y Turquía y la generación de una profunda vulnerabilidad en todos los países del mundo, prácticamente sin excepción, como nos ha confirmado la crisis financiera actual.
En dichos años de sequía política e intelectual, la UNCTAD se erigió como la organización internacional que propugnaba la adopción de políticas públicas para encaminar procesos de redistribución que ayuden a los países a superar sus márgenes de pobreza, poniendo siempre el énfasis en la reducción de las asimetrías. Justamente, la aplicación de políticas heterodoxas por parte de un importante número de países en desarrollo nos ha permitido sortear la crisis actual con menores contratiempos, en muchos casos, que los afrontados por los países desarrollados.
La Presidencia del Ecuador en el G-77 más China buscará hacer honor a esa tradición de la UNCTAD y de nuestro grupo como baluartes de políticas profundamente sociales, las cuales ponen acento en el desarrollo y en el ser humano. La voluntad del gobierno al que represento es apuntalar dichos principios, para lograr una sociedad internacional más solidaria y justa, ya que esa es una condición imprescindible para poder construir un mundo en paz.
Señoras y señores,
Además de las labores de coordinación propias de la posición que ahora asume el Ecuador, tenemos planificadas tres actividades que servirán para preparar al grupo para la celebración del 50 aniversario de creación de la UNCTAD y del G-77 más China, ocasión propicia para relanzar los principios y objetivos de ambas organizaciones:
- La primera actividad será realizar en el mes de marzo de 2013, un retiro a nivel de Embajadores del G-77 más China; encuentro que nos permitirá elaborar un programa de trabajo para preparar la celebración del 50 aniversario, conjuntamente con una estrategia sobre la participación del capítulo Ginebra en uno de los retos más grandes que tenemos en el corto plazo: la agenda sobre el desarrollo post-2015.
En estos tiempos en que nuestros socios desarrollados han dado muestras de un cierto debilitamiento en sus compromisos con el desarrollo, nuestra posición deberá ser más cohesionada y sólida para defender los principios que han guiado el discurso y la práctica sobre el desarrollo y para reivindicar que los principios y objetivos acordados son compromisos internacionales que deben ser respetados.
- La segunda actividad será llevar adelante la iniciativa impulsada por la Misión de Indonesia para la preparación de dos publicaciones sobre el trabajo realizado por el G-77 más China durante sus primeros cincuenta años y sobre las propuestas para el trabajo futuro del grupo. Sabemos que contaremos con el apoyo de la Misión de Indonesia para llevar esta iniciativa a buen puerto.
- Finalmente, la tercera iniciativa consistirá en el cumplimiento del mandato dado en la última Reunión Ministerial del G-77 más China, realizada en Doha, Qatar, en abril del año pasado. Allí se decidió fortalecer el proceso de capacitación de los negociadores del grupo, con miras a generar nuevas ideas, construir consensos alrededor de ellas y operacionalizarlas a través del proceso multilateral.
Evidentemente, todos estos eventos exigen una inversión de tiempo y dinero, por lo que esta Presidencia se esforzará en construir las sinergias necesarias para lograr alcanzar los mismos. Confiamos igualmente en encontrar el compromiso permanente de los miembros del G-77 más China para sacarlos adelante.
Señoras y señores,
Quiero finalizar esta intervención reiterándoles el compromiso de mi país con los objetivos y principios que motivaron la creación del G-77 más China. El Ecuador se encuentra comprometido con la construcción de un mundo más justo y solidario, en el que los países puedan convivir en la búsqueda del desarrollo y utilizando al comercio como un instrumento, y no como fin en sí mismo, para mejorar las condiciones de vida, bienestar y paz de nuestras poblaciones, siempre en respeto de los derechos que asisten a la naturaleza. Esperamos de esta manera honrar y continuar con los ideales propuestos por los fundadores de nuestro grupo.